26.8.13
LA ESCUELITA - ZAPATISTA - NUEVAS PEDAGOGIAS
MIRA-ESCUCHA ESTA ENTREVISTA EN VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=ydkxUIBkhm4#t=210
Las escuelitas de abajo
Raúl Zibechi
Habrá un antes y un después de la escuelita zapatista. De la
reciente y de las que vendrán. Será un impacto lento, difuso, que se
hará sentir en algunos años pero marcará la vida de los de abajo durante
décadas. Lo que vivimos fue una educación no institucional, donde la
comunidad es el sujeto educativo. Autoeducación cara a cara, aprendiendo
con el alma y con el cuerpo, como diría el poeta.
Se trata de una no pedagogía inspirada en la cultura campesina:
seleccionar las mejores semillas, esparcirlas en suelos fértiles y regar
la tierra para que se produzca el milagro de la germinación, que nunca
es segura ni se puede planificar.
La escuelita zapatista, por la que pasamos más de mil alumnos en
comunidades autónomas, fue un modo diferente de aprendizaje y de
enseñanza, sin aulas ni pizarras, sin maestros ni profesores, sin
currícula ni calificaciones. La verdadera enseñanza comienza con la
creación de un clima de hermanamiento entre una pluralidad de sujetos
antes que con la división entre un educador, con poder y saber, y
alumnos ignorantes a los que se deben inculcar conocimientos.
Entre los muchos aprendizajes, imposibles de resumir en pocas
líneas, quiero destacar cinco aspectos, quizá influenciado por la
coyuntura que atravesamos en el sur del continente.
La primera es que los zapatistas derrotaron las políticas sociales
contrainsurgentes, que son el modo encontrado por los de arriba para
dividir, cooptar y someter a los pueblos que se rebelan. Al lado de cada
comunidad zapatista hay comunidades afines al mal gobierno con sus
casitas de bloques, que reciben bonos y casi no trabajan la tierra.
Miles de familias sucumbieron, algo común en todas partes, y aceptaron
regalos de arriba. Pero lo notable, lo excepcional, es que otras miles
siguen adelante sin aceptar nada.
No conozco otro proceso, en toda América Latina, que haya
conseguido neutralizar las políticas sociales. Este es un mérito mayor
del zapatismo, conseguido con firmeza militante, claridad política y una
inagotable capacidad de sacrificio. Esta es la primera enseñanza: es
posible derrotar las políticas sociales.
La autonomía es la segunda enseñanza. Hace años escuchamos
discursos sobre la autonomía en los más diversos movimientos, algo
valioso por cierto. En los municipios autónomos y en las comunidades que
integran el caracol Morelia, puedo dar fe de que construyeron
autonomía económica, de salud, de educación y de poder. O sea, una
autonomía integral que abarca todos los aspectos de la vida. No tengo la
menor duda de que lo mismo sucede en los otros cuatro caracoles.
Un par de palabras sobre la economía, o la vida material. Las familias de las comunidades no
tocanla economía capitalista. Apenas bordean el mercado. Producen todos sus alimentos, incluyendo una buena dosis de proteínas. Compran lo que no producen (sal, aceite, jabón, azúcar) en tiendas zapatistas. Los excedentes familiares y comunitarios los ahorran en ganado, con base en la venta de café. Cuando hay necesidad, por salud o para la lucha, venden alguna cabeza.
La autonomía en la educación y en la salud se asienta en el control
comunitario. La comunidad elige quiénes enseñarán a sus hijos e hijas y
quiénes cuidarán la salud. En cada comunidad hay una escuela, en el
puesto de salud conviven parteras, hueseras y quienes se especializan en
plantas medicinales. La comunidad los sostiene, como sostiene a sus
autoridades.
La tercera enseñanza se relaciona con el trabajo colectivo. Como dijo un Votán:
Los trabajos colectivos son el motor del proceso. Las comunidades tienen tierras propias gracias a la expropiación de los expropiadores, primer paso ineludible para crear un mundo nuevo. Varones y mujeres tienen sus propios trabajos y espacios colectivos.
Los trabajos colectivos son uno de los cimientos de la autonomía,
cuyos frutos suelen volcar en hospitales, clínicas, educación primaria y
secundaria, en fortalecer los municipios y las juntas de guen gobierno.
Nada de lo mucho que se ha construido sería posible sin el trabajo
colectivo, de hombres, mujeres, niños, niñas y ancianos.
La cuarta cuestión es la nueva cultura política, que se arraiga en las relaciones familiares y se difumina en toda la
sociedadzapatista. Los varones colaboran en el trabajo doméstico que sigue recayendo en las mujeres, cuidan a sus hijos cuando ellas salen de la comunidad para sus trabajos de autoridades. Las relaciones entre padres e hijos son de cariño y respeto, en un clima general de armonía y buen humor. No observé un sólo gesto de violencia o agresividad en el hogar.
La inmensa mayoría de los zapatistas son jóvenes o muy jóvenes, y
hay tantas mujeres como varones. La revolución no la pueden hacer sino
los muy jóvenes, y eso no tiene discusión. Los que mandan, obedecen, y
no es un discurso. Ponen el cuerpo, que es otra de las claves de la
nueva cultura política.
El espejo es el quinto punto. Las comunidades son un doble espejo:
en el que podemos mirarnos y donde podemos verlas. Pero no una o la
otra, sino las dos en simultáneo. Nos vemos viéndolas. En ese ir y venir
aprendemos trabajando juntos, durmiendo y comiendo bajo el mismo techo,
en las mismas condiciones, usando las mismas letrinas, pisando el mismo
lodo y mojándonos en la misma lluvia.
Es la primera vez que un movimiento revolucionario realiza una
experiencia de este tipo. Hasta ahora la enseñanza entre los
revolucionarios reproducía los moldes intelectuales de la academia, con
un arriba y un abajo estratificados, y congelados. Esto es otra cosa.
Aprendemos con la piel y los sentidos.
Por último, una cuestión de método o de forma de trabajo. El EZLN
nació en el campo de concentración que representaban las relaciones
verticales y violentas impuestas por los hacendados. Aprendieron a
trabajar familia por familia y en secreto, innovando el modo de trabajo
de los movimientos antisistémicos. Cuando el mundo se parece cada vez
más a un campo de concentración, sus métodos pueden ser muy útiles para
quienes seguimos empeñados en crear un mundo nuevo.