24.1.13

 

ARTE CORREO: el correo como medio táctico - Belen Gache





Belén Gache

El Arte Correo en Argentina, Vórtice Argentina Ediciones, 2005.

LOS AÑOS 60, LOS MEDIOS Y EL ARTE DE REDES

Este texto pretende simplemente mencionar algunos de los aspectos teóricos, históricos, sociológicos, contextuales y estéticos relacionados con una disciplina artística que, nacida a comienzos de los años 60, se ha relacionado desde entonces con canales culturales alternativos y con una voluntad de subversión de los sistemas convencionales de intercambio de mensajes: el arte correo.



La aparición del arte correo, en década del 60, se relaciona con el surgimiento de una serie de manifestaciones artísticas que tomaron por tema o bien adoptaron como soporte a los medios de comunicación. La vocación de armar redes y de comunicar eran centrales para la cultura de esa época, momento en que se problematizaban y redefinían los valores sociales y culturales que habían imperado hasta entonces.


En aquellos tiempos, las posibilidades tecnológicas de los nuevos medios permitían que la información se masificara y no fuera únicamente el dominio de una élite. Por otra parte, movimientos como el Pop art o el Nuevo realismo, por ejemplo, se volcaban hacia los objetos cotidianos de la sociedad de consumo y la misma teoría del arte comenzaba hablar de una “masificación de las vanguardias”.


Con respecto al arte correo, podemos decir que surgió como una disciplina artística “que abarca el espectro de las comunicaciones marginales a distancia y que utiliza al correo como elemento distribuidor y medio comunicativo”. Así lo definía, en esa época, Hervé Fischer, artista y teórico creador de la noción de “arte sociológico.” (1)


El arte correo se desenvuelve de diferentes maneras y utiliza diferentes soportes: estampillas, postales, publicaciones, sellos de goma, sobres intervenidos, cadenas de cartas y diferentes modelos de propuestas del tipo “Intervenga, pase y devuelva al remitente” (2)


El arte correo no es una corriente artística en especial sino un conjunto de estéticas diferentes que eligen utilizar el mismo canal de expresión.  Este canal es el de los correos oficiales. El arte correo tiene por voluntad subvertir de un modo u otro la “oficialidad” de esta institución ligada históricamente al control gubernamental. Esta es, posiblemente, su característica más importante. En este sentido, otras posibles vías de envío de mensajes (mensajes arrojados al mar dentro de botellas, mensajes portados por palomas mensajeras, señales de humo, tambores de la selva), quedarían fuera de esta nomenclatura.

El arte correo tiene como antecedente las producciones artísticas del Futurismo, el Dadaísmo y también las de grupo Fluxus, ligándose en ocasiones con el arte conceptual.
CRIPTOGRAMAS Y SUBVERSIONES
El arte correo (como toda otra actividad artística ligada a medios como el telégrafo, el teléfono, el telefax y, hoy también, el arte por correo electrónico) es, por definición, un arte de redes. Esto significa que la distribución de los mensajes se convierte en un punto central de este tipo de expresiones. Enfatizando la comunicación, la voluntad de compartir y el espíritu de colaboración, los artistas de redes intentan subvertir los sistemas convencionales de intercambio basados en un modelo en el que priman una serie de oposiciones binarias como oferta-demanda, compra-venta, artista-público.


Antes de que existiera el sistema de correo basado en tarifas prepagas, la correspondencia era abonada por el receptor de la misma y no por el emisor. Existe una anécdota que relata cómo Rowland Hill, quien luego sería el inventor de la estampilla, se encontraba con frecuencia en la estafeta postal con una joven que allí recibía las cartas que desde Londres le enviaba su novio. Hill asistía una y otra vez a la misma escena: la joven recibía el sobre, lo contemplaba durante unos instantes y luego lo devolvía, aduciendo que no tenía dinero para retirarlo. Un día, Hill siguió a la joven fuera del local y, acercándose a ella, se ofreció a pagarle la carta. Fue entonces cuando ella le confesó que, junto con su novio, habían desarrollado una suerte de código secreto: las noticias enviadas no estaban dentro sino escritas en el mismo sobre, con unos grafismos especiales.


Esta anécdota muestra cómo, desde sus comienzos, el arte correo estuvo emparentado con la voluntad de subvertir y ocultar.  Al igual que otras corrientes artísticas de la época (por ejemplo Fluxus o el propio Situacionismo), el arte correo adoptaría una actitud crítica tendiente al develamiento de las condiciones opresivas y absurdas, impuestas por el medio social.


De hecho, el arte de criptografiar mensajes se convirtió en una forma vital de comunicación para países en dictadura, en donde la correspondencia era controlada y censurada. Muchas veces las imágenes solían burlar más fácilmente el control ideológico que las palabras. Por su parte, las poesías visuales, diagramadas con palabras inconexas y espacializadas, se convertían en eficientes mensajes encubiertos.
A partir de estas prácticas, una serie de mensajes no permitidos buscaron formas de salida y de entrada de los países latinoamericanos que, en la década del 70, padecían regímenes dictatoriales. El arte correo se convirtió así en un valioso móvil de comunicación con el resto del mundo. Sellos, estampillas y slogans, insertos en los correos regulares, denunciaban las situaciones de opresión, tortura y vejámenes que aquí se vivían.


El artista correo uruguayo Clemente Padin inclusive fue arrestado por despachar este tipo de correo y sentenciado a prisión. Sin embargo, fue liberado antes de concluir su condena, cosa por él atribuida a las protestas internacionales realizadas por otros artistas correo con los cuales mantenía correspondencia.


Mientras que las obras de Padin y de tantos otros artistas correo se constituían como denuncias de explícito contenido político, otras en cambio podían moverse en otros sentidos. Sin embargo, todas ellas coincidían en la voluntad de subversión de los sistemas oficiales. En 1971, en una sección de la VII Bienal de París, dedicada al arte correo, Jean Marc Poinsot (quien fuera su curador), decía:


Esta producción artística muestra demasiado bien de qué manera, inclusive simbólicamente, toda actividad estética crea problemas de orden económico y político sin necesidad de tener que ubicarse a nivel de ideología y de programas revolucionarios”. (3)
PALABRAS SIN RESPUESTAS Y MEDIOS ALTERNATIVOS
La aparición del arte correo coincide con la aparición, a nivel masivo, de medios de comunicación como la televisión y con una sofisticación de las técnicas publicitarias de ventas de productos. Igualmente, coincide con el auge de los estudios sobre comunicación en la sociedad de consumo. En esta época se destacan en particular dos sociólogos: Marshall McLuhan y Abraham Moles.


El primero enuncia su famosa frase “The medium is the message” (El medio es el mensaje), implicando que, mientras que, a nivel consciente, el ciudadano común puede conectarse con el contenido de un mensaje, a nivel inconsciente sólo se conecta con el medio en el que el mismo es transmitido. Es en este nivel inconsciente que la sociedad de consumo condiciona sus mensajes, anestesiando toda posible distancia crítica del público. Para Moles, el segundo de estos teóricos, existen, por su parte, dos tipos de comunicación: la interpersonal y la difusión, siendo esta última la predominante en las sociedades de consumo. En la década del 60, la sociedad comienza a verse como un complejo sistema de intercambio de información y mensajes. Dentro de este sistema, la problemática de los mensajes artísticos ameritaría una serie de estudios particulares. Estas teorías interesaron igualmente a muchos artistas. Las producciones de artistas conceptuales como Joseph Kosuth o de Art & Language pueden entenderse en este sentido. (4)


En el contexto de estas teorías de la comunicación, quedaba claro que los medios masivos estaban basados en un flujo unidireccional e irreversible de información que iba únicamente en el sentido del emisor al  receptor.


Esto motivó otra famosa frase, en este caso del filósofo Jean Baudrillard, para quien la palabra de los medios masivos era una “parole sans repondre” (palabra sin respuesta). (5) Básicamente, se trataba de la vieja idea según la cual, unos pocos pretenden controlar a unos muchos (en este caso, a las masas).


Diferentes manifestaciones artísticas comenzaron entonces a buscar medios de expresión para todos aquellos que, en este flujo unidireccional de mensajes sociales, no tenían voz. Para estos artistas, la comunicación debía basarse, en cambio, en un espacio recíproco de intercambio.


Hervé Fischer, de quien hablamos antes, llamó a estos canales alternativos de arte los “marginal media”. Entre ellos, se contaba el arte correo. En 1974, Hervé Fischer publica su libro Arte y Comunicación Marginal. Este libro se constituyó como la primera antología de sellos de goma utilizados por los artistas correo.


En el prólogo, Fischer contrastaba los grandes medios de comunicación de masas (la televisión, la radio y los periódicos), con las sub-culturas que "existen y crecen como una reacción hacia ellos". Estas “sub-culturas” a las que hacía referencia Fischer compartían una visión utópica del arte como contrainformación y como medio revolucionario. El mismo espíritu animó otras manifestaciones estéticas surgidas en la época como, por ejemplo, el video arte.


En el momento de su aparición, el video arte era entendido por muchos como una suerte de “televisión guerrillera” (6) Con las nuevas posibilidades técnicas que permitían equipos de filmación cada vez más portátiles y cuyos costos eran más bajos, muchos artistas y activistas comenzaron a hacer lo que ellos entendían por “antitelevisión contracultural”. Este nuevo medio se presentaba como una excelente manera de sublevarse contra el férreo stablishment de la televisión comercial.


Partiendo de una ideología absolutamente contrapuesta a la televisión entendida como medio de información y de espectáculo, y oponiéndose al control centralizado y a la tiranía de los discursos de las grandes corporaciones mediáticas, el video arte propiciaba una reflexión sobre las posibilidades de comunicar de los medios, una deliberación sobre la relación del arte con los medios de comunicación y, sobre todo, era una forma de replantearse el rol de los medios frente a la realidad social.


En un espíritu que se extendía también a distintos discursos artísticos de la época, el video arte (efímero, plural, cotidiano, al alcance de todos) se convertía, según el famoso slogan de la época “Hágalo usted mismo”, en el dispositivo que facilitaría el “Hágase usted mismo su propia televisión”.
SITUACIONES Y PROCESOS


La crítica al rol del artista entendido como genio y a la obra entendida como fetiche, la salida de los tradicionales circuitos del arte (museos, galerías), la obra colectiva y múltiple propuestas por el arte correo, coinciden con las tendencias generales de las manifestaciones artísticas de los años 60 y 70. En dicha época se registra además, un importante cambio de estrategia que irá de lo objetual a lo procesual (por ejemplo, en los eventos, happenings, instrucciones, performances, ambientaciones, situaciones). El arte correo también implica una actividad en proceso.


La noción de "situación" fue rápidamente adoptada en el campo de las artes. Ya a mediados de los '50 se venían desarrollando diversos movimientos que tenían como característica la focalización en la acción. Los happenings de Allan Kaprow, por ejemplo, se ofrecían "como un estímulo provocando una intensificación de la atención y suscitando una especie de irritación y provocación de las costumbres convencionales.” (7)


Como lo habían hecho el Futurismo, el Dadaísmo, el Surrealismo y más tarde el Situacionismo, el arte correo también utilizaba el factor sorpresa como estrategia para activar una conciencia crítica e insistía en el poder desalienador del arte. El arte era por ellos entendido como juego, como liberación de los deseos, como subversión y como negación del orden represivo. Guy Debord escribía "El sentido del arte del futuro será el trastrocamiento de las situaciones o no será". (8)

ANONIMATOS Y NOMBRES DE COMBATE

Contra el concepto de identidad moderna y occidental (que nos remite a un sujeto consciente y volitivo, cuya vida posee un sentido único y coherente) y del individualismo ligado a la creación estética, muchas de estas manifestaciones se presentaban como creaciones colectivas y anónimas. La utilización de seudónimos o nombres colectivos se convirtió en una práctica corriente. La adopción de este tipo de nomenclaturas remitía además, simbólicamente, a determinadas tácticas revolucionarias como la de los nombres de combate. Especial notoriedad alcanzaron nombres colectivos o múltiples como Klaos Oldanburgh (sic), Monty Cantsin o Karen Eliot. A lo sumo, y a los efectos de conservarse como entidades diferenciadas en las listas de correo, los diferentes artistas que compartían un mismo nombre propio agregaban simplemente números romanos distintos detrás del mismo. Otro de los nombres múltiples más difundido fue el de Luther Blissett. Bajo este último, incluso se han escrito varios libros. El concepto que prevalecía detrás de estas prácticas podría resumirse con estas dos frases: “Somos invisibles, estamos en todas partes” y “No pueden controlarnos dado que no existimos.” 


Otra de las estrategias utilizadas en oposición al concepto moderno de identidad fue el uso de seudónimos. Esta práctica puede ser rastreada en el campo de las artes visuales, al menos, desde el dadaísmo. Los dadaístas construían identidades falsas. Fabian Floyd, el sobrino dadaísta de Oscar Wilde, se autobautizó como Arthur Cravan. El mismo Marcel Duchamp utilizó seudónimos en más de una ocasión (R.Mutt, Rrose Sélavy). (9)
Los artistas correo adoptaron estas prácticas.


Detrás de estos usos subyace la crítica a la defensa de la pretendida propiedad de las ideas sostenida por la sociedad capitalista y a la noción de copyright. Paradigmático es el caso de Plagiarismo, movimiento ligado igualmente al arte correo. Para este grupo, el plagio se presenta como una técnica artística válida. De hecho, uno de sus slogans favoritos es “El plagiar ahorra tiempo.”
LA ETERNA RED
Cuando en 1992 apareció la World Wide Web, los artistas correo estuvieron entre los primeros en explotar sus posibilidades. Las coincidencias con este nuevo dispositivo eran múltiples, tanto en lo concerniente al concepto de comunicación punto a punto como en una ideología ligada al activismo social y, en general, al criterio de “tactical media”.


En ambos casos, además, de lo que se trataba era de comunicar a distancia a personas que de otra manera nunca hubieran podido entrar en diálogo ni intercambiar ideas. Este tipo de medios permiten la creación de redes alternativas de intercambio que van formando, a su vez, diferentes comunidades de discursos. En ambos casos se trata de un arte de redes.


En 1963, Robert Filliou, artista francés ligado al grupo Fluxus, desarrolló el concepto de “Eternal Network" (la Eterna Red). Más que remitirse a un particular circuito de arte, Filliou se refería, de manera general, a una forma de contacto humano, haciendo hincapié en la comunidad, en el diálogo, en el intercambio y el pluralismo de ideas. La Eterna Red encontró en la red de arte correo una infraestructura ideal.


En esta red de arte correo, los mensajes se expandían se dispersaban y multiplicaban. Allí, los mensajes eran compartidos y no vendidos. Al respecto, es importante destacar el lugar que ocuparon en este proceso las listas de direcciones. Así como en 1966 comenzaron a publicarse anualmente las listas de correos del grupo Fluxus a los efectos del intercambio epistolar (y de hecho también, a manera de poder comercializar las obras múltiples del grupo, creando incluso circuitos de arte comercial fuera de las galerías o museos), el arte correo comenzó igualmente a publicar sus listas en diferentes publicaciones especializadas. Las mismas eran utilizadas para convocatorias, cadenas o, simplemente, para el intercambio de correspondencia.
HISTORIAS DE ESTAMPILLAS


A lo largo de su historia, los correos oficiales han emitido muchas clases de estampillas.
Si bien las más tradicionales poseen un formato rectangular, se han publicado igualmente estampillas redondas (Nueva Zelanda), triangulares (República de Tuva), pentagonales e, incluso, con forma de diferentes frutas (Sierra Leona y la República de Tonga). La primera estampilla oficial de un servicio de correos fue el “Penny Black”. Se trataba de  la imagen impresa en papel engomado que representaba la cabeza de la reina Victoria. El “Penny Black” fue diseñado en 1840 por el artista irlandés William Mulready. A partir del siglo XIX, comenzaron a crearse una serie de sistemas postales nacionales con monopolios gubernamentales que funcionaban con una tarifa prepaga en forma de estampilla adhesiva. El inventor de este sistema fue Rowland Hill y la tarifa de las estampillas estaba determinada por una ecuación que contemplaba tanto el peso como la distancia del envío de la correspondencia.


Uno de los primeros ejemplos de estampillas creadas por artistas fue el de Karl Schwesig, artista prisionero en el campo de concentración de Gurs durante la Segunda Guerra Mundial. Schwesig, quien había estudiado en la Escuela de Bellas Artes de Dusseldorf, fue arrestado en 1941 por los nazis e internado en Gurs (Vichy, Francia). Como le era muy difícil conseguir en estas condiciones papeles para dibujar, lo hacía en todas las superficies lo suficientemente adecuadas que encontraba. Así fue como llegaron a sus manos los márgenes descartables de unas hojas de estampillas y él aprovechó para cubrirlos con una serie de imágenes que simulaban ser, también ellas, estampillas. Se trataba de una serie de 21 escenas que muestran las penurias cotidianas del campo de concentración. Tres estampillas realizadas en un tamaño algo mayor remiten a los ideales de la revolución francesa Libertad, Igualdad, Fraternidad y otra con la imagen del Tío Sam.


Evidentemente, sería un anacronismo relacionar a las estampillas de Schwesig con el arte correo. Sin embargo, consisten en un importante antecedente para las estampillas de artista. Las mismas fueron publicadas, a manera de homenaje, en 1989.
Otro caso paradigmático es el de Donald Evans, quien realizó entre la década del 50 y los años 70, una serie de volúmenes titulados World Wide Stamp Album (álbumes de estampillas del mundo entero). Estos álbumes similares a los utilizados por los filatelistas, contienen en su interior una gran cantidad de acuarelas en miniatura plasmadas en el regular formato de estampilla y con un estilo que se asemeja a los sellos coloniales del siglo XIX. Estas “estampillas ficticias” pertenecen a 42 países imaginarios, cada uno de ellos correspondiendo a un particular estado mental de su creador.


Pero las primeras estampillas de artista en ser exhibidas como obras de arte fueron las presentadas como Yamflug y Fluxpost. Las mismas fueron creadas por Robert Watts, otro de los artistas fundadores del grupo Fluxus, en 1963 y en 1964, respectivamente. Estas estampillas aparecían impresas en diferentes colores (rojo, verde, azul y, en ocasiones, en color rosa) y consistían en un marco filigranado, parodiando el diseño de las estampillas postales tradicionales, en cuyo interior aparecían una serie de caras que variaban en cada estampilla. Muchas de estas caras realizaban extraños gestos. Con estas estampillas, Watts subvertía la iconología gubernamental, realizando imágenes de gente anónima en lugar de estar dedicadas a retratos de próceres. Las estampillas de Watts estaban disponibles no solamente en planchas sino también en máquinas dispensadoras en las que, mediante 10 centavos de dólar podían conseguirse dos estampillas.
FUTURISMO Y DADA POSTAL


Desde que existe el correo ha habido formas creativas de utilizarlo. Por ejemplo, Stephan Mallarmé escribía poesías en algunos de sus sobres y Vincent Van Gogh mandaba cartas a su hermano Theo que podrían ser consideradas ellas mismas como obras de arte. También encontramos verdaderas poesías visuales en forma de cartas que se enviaban los futuristas unos a otros. Este es el caso, por ejemplo, de Fillipo Tommaso Marinetti o Francesco Cangiullo. Posiblemente fueran los artistas futuristas los primeros en darse cuenta del potencial propagandístico del correo. Ellos solían diseñar logos y membretes similares a los de las empresas, los imprimían en postales y sobres y los utilizaban a manera de autopromoción. Giacomo Balla o Ivo Pannaggi, por su parte, realizaban collages postales a partir de fotografías, papeles policromados, telas y sellos. Estas composiciones eran luego completadas con las estampillas y los sellos corrientes en todas las estafetas postales. Similares experiencias realizaba en esos mismos años el dadaista Kurt Schwitters con sus propios collages construidos a partir de postales, por ejemplo, el Collage Merz 133, de 1922, obras que se encontraban en perfecta sintonía con el resto de sus trabajos Merz de ese período.


Una mención particular merece la obra Rendez-vous du dimanche, 6 fevrier 1916, (á 1 heure ¾ après midi), de Marcel Duchamp, que puede hoy ser considerada la primera obra conceptual ligada al arte correo. Duchamp toma cuatro tarjetas postales y escribe sobre ellas un texto sin principio ni final, sin respetar las reglas de separación de sílabas al final de los renglones. Luego las une con cinta adhesiva. La no correspondencia de los textos y la extraña división de las palabras al final de los renglones produce un general extrañamiento del lenguaje que se vuelve en gran medida ilegible. Cada postal conserva sin embargo su estampilla y está dirigida a Mr. and Mrs. Arensberg, 33 West 67th Street. En una nota para su Boite Verte (Caja Verde), Duchamp señala que la apreciación de lugar y tiempo (6 de febrero a la 1 y 45 de la tarde) actúa como un efecto de instantánea. Se trata de un enunciado realizado sin importar las particulares circunstancias de su enunciación e incluso sin importar siquiera el mismo enunciado. El hincapié está puesto en la deixis temporal: tal y tal hora. Este dato aparece no como lenguaje representativo o narrativo sino como mera información, como registro del momento puro en que el artista ha concebido su obra. (10) Las particularidades de estos dispositivos permiten jugar con este tipo de series temporales.
RAY JOHNSON, THE NEW YORK CORRESPONDANCE SCHOOL, EL NUEVO REALISMO Y FLUXUS


A pesar de que diferentes artistas habían incursionado en experiencias relacionadas con la vía postal, recién en la década del 60 se comenzó a hablar del arte correo propiamente dicho. Se suele tomar como iniciador del moderno arte postal a Ray Johnson, quien había realizado sus estudios de arte en el Black Mountain College. (11)


Partiendo de una lista de direcciones de 200 conocidos, Johnson comenzó en 1955 a enviar sus obras por correo. Se trataba de tarjetas realizadas a partir de imágenes recortadas de revistas y diarios y luego transformadas en pequeños collages a los que agregaba dibujos y palabras. Johnson denominó a estas obras moticos. Hoy se considera a los moticos un antecedente directo del Pop art. Así mismo, creo su personaje característico, el Bunny Ray, un ícono que representaba una especie de cabeza de conejo mutante, que hacía las veces del autorretrato de Johnson reflejando sus cambios de humor. (12) En 1995, Johnson se suicidó arrojándose a las aguas del río Hudson desde un puente de Long Island.
Fue hacia finales de la década del 50 cuando surgieron tres importantes tendencias artísticas que se relacionaron, cada una a su manera, con el arte correo: el New York Correspondance School, en los Estados Unidos; el Nuevo realismo, en Europa y Fluxus, cuyo radio de acción se extendía por Estados Unidos, Europa y también el Japón.
El New York Correspondance School
Esta “escuela” consistía en realidad una red que se armó en 1962 a partir de las listas de correo de Ray Johnson. La deliberada falta de ortografía se debe a un juego de palabras: “correspondence” (correspondencia) cambia su e por una a y se transforma en “correspondance”, en alusión al movimiento y la ligereza de la danza. Igualmente, el término New York School es una ironía en referencia a la famosa corriente artística del Action Painting y a sus consagrados artistas.


Muchos de los artistas del New York Correspondance School eran completamente desconocidos y se caracterizaban por seguir el juego y compartir las ironías del propio Johnson. En realidad, las actividades de este grupo, más allá del intercambio postal, se limitaban a organizar encuentros cuya excusa era, en muchas ocasiones, la creación de algún determinado Fan Club. Volveré sobre este punto más tarde.


Varios de los trabajos que Johnson había mandado por correo, consistentes en historias breves, mensajes crípticos, collages, listas, juegos de palabras y apuntes varios fueron compilados por Dick Higgins (artista ligado al grupo Fluxus) y publicados en 1965 en el libro The Paper Snake (La Serpiente de Papel). Este resultó ser el primer libro dedicado al arte correo.
El Nuevo realismo
El ideólogo del Nuevo realismo fue el crítico Pierre Restany quien elaboró una “estética sociológica” a partir del particular método de los artistas de este grupo para apropiarse de lo real, de lo cotidiano y de lo banal de una manera directa. Este método consistía, según Restany, en un “reciclado poético de lo real urbano, industrial y publicitario.”


En cuanto a las incursiones en el arte correo, Arman, artista ligado al grupo, había realizado ya en la década del 50 sus famosos Cachets. Estos Cachets consistían en unas hojas de papel cubiertas por una acumulación azarosa de impresiones de sellos de goma y que estaban directamente influenciados por los trabajos de Kurt Schwitters. La influencia dadá en esta estética de la acumulación y la saturación es indudable.
Yves Klein, por su parte, realizó en 1959 su famosa Estampilla Azul: cubrió una plancha de estampillas del correo oficial francés con una capa de pintura Azul Klein y luego, utilizó estas estampillas para despachar las invitaciones de su muestra La vide (El vacío). Debido a que el correo objetó el despacho de esta correspondencia, Klein se vio obligado a sobornar a empleados postales y carteros para que distribuyeran las invitaciones. Esta se convirtió, de hecho, en la primera acción de arte correo. El frente de la postal, por otra parte, estaba impreso por completo en el mismo color Azul Klein, color que se relacionaba con la vocación mística de Klein.
Fluxus
Con respecto al grupo Fluxus tenemos, entre otras manifestaciones como las de las estampillas de Robert Watts antes mencionadas, los kits postales de Fluxus. Estos fueron creados por George Maciunas en 1966 y se constituye como otra de las cajas múltiples de Fluxus basada, en este caso, en el motivo del correo. Entre la serie de objetos contenidos en los kits postales de Fluxus se podían encontrar varias hojas de estampillas impresas por Robert Watts, el sello de cancelación oficial de Fluxus con la frase de Ken Friedman “inconsequential is coming”, postales con un sello de Ben Vautier (con la inscripción “Ben certifica que esto es una obra de arte Fluxus”), postales de la serie diseñada e impresa por Robert Filliou y Daniel Spoerri en Francia, “Los monstruos son inofensivos” y, además, la caja propiamente dicha, diseñada con la foto de un buzón a manera de tapa.


En 1965, por otra parte, el artista suizo Ben Vautier realizó su postal titulada “La elección del cartero”. Se trataba de una postal que posee líneas de escritura en ambas caras de la tarjeta y dos direcciones destinatarias diferentes en cada cara. Vautier la despachaba sin ninguna dirección a la que la postal pudiera retornarse. Así, debía ser el propio cartero el que debía elegir a cuál de las dos direcciones iría a parar la postal o, en todo caso, si despacharla o no.


Otros de los artistas vinculados a Fluxus fueron el coreano Nam June Paik y la japonesa Yoko Ono. Nam June Paik, precursor además, en el campo del video arte, operaba ya en 1963 vía postal pero no a partir de sobres o estampillas sino a partir de una serie de obras que despachaba y que respondían al título de The Monthly Review of the University for Avant-Garde Hinduism (Revista Mensual de la Universidad para el Hinduismo de Vanguardia).


Yoko Ono, por su parte, realizó una serie de propuestas artísticas que incluían el desarmado de una obra y el envío de los pedazos de la misma vía postal a personas de todos los países del mundo. También realizó otro tipo de propuestas postales, como el evento denominado  Dibuja un Círculo. Se trataba de una serie de formularios del tipo de los que pueden encontrarse también en determinadas revistas de consumo masivo, para recortar y enviar por correo. Este formulario tenía una serie de espacios en blanco destinados a ser llenados por el público como sus datos personales (nombre, edad, sexo, ocupación) y luego una serie de opciones de múltiple choice (dibujar círculos: me gusta/ me disgusta, dibujo bien círculos: siempre/nunca, soy/era mejor dibujante de círculos ahora/antes). El formulario incluía también un rectángulo en blanco dentro del cual la persona debía dibujar un círculo a mano. Además, había un espacio destinado a ser llenado con una estampilla postal y los datos del destinatario impresos:


Enviar a:
Yoko Ono
Empire State Bldg
NYCI
NY
ACTIVIDAD ARTÍSTICA VS. CONSUMO CULTURAL


El arte correo hace hincapié en la actividad artística en cuanto proceso, en contra del arte entendido como un bien de consumo cultural. Como vimos, en la década del 60, muchos fueron los artistas cuyas temáticas giraron en torno a la sociedad de consumo y el tenor de los mensajes que en ella circulaban. El Pop art tomaba por tema al mundo de la publicidad y de los medios masivos de comunicación, subrayando el valor iconográfico de los bienes de mercado que, además, dejan de ser únicos para producirse en serie. Al igual que el Nuevo realismo europeo, el Pop toma como fuente para sus obras a la vida cotidiana y la trata, en muchas ocasiones a la manera de un ready made duchampiano. De hecho, el arte correo iniciado por Johnson es hoy considerado un antecedente válido del pop art tanto por cierta iconografía compartida como por una concepción serial de sus obras.


Andy Warhol, quien incursionó ampliamente en la factura de obras múltiples a partir del método serigráfico, realizó en 1965 una litografía offset, en una edición de 300, con la imagen de una plancha de las Green Stamps de S&H. La compañía S&H (Sperry and Hutchinson) introdujo sus características “green stamps”(estampillas verdes) en 1896. El concepto era juntar más puntaje a partir de mayor cantidad de dinero gastado por el consumidor, puntaje que luego se traducía en descuentos. Estas estampillas alcanzaron su auge en los años 50 y 60.


Por su parte, el artista italiano Guglielmo Achille Cavallini (GAC) utilizaba en sus obras técnicas directamente derivadas del marketing. En la década de los 70, imprimió una serie de estampillas con su autorretrato. Las estampillas de Cavellini formaban parte de una vasta producción de impresos (calcomanías, afiches, libros, manifiestos e incluso la página de una enciclopedia con su biografía redactada en forma irónica) basada en la temática de la auto-historización, la autopromoción y de la celebración de sí mismo. Por otra parte, a la dirección postal de Cavellini llegaban cientos de sus “auto-símbolos”, reutilizados e intervenidos por otros artistas, que se los remitían a manera de homenaje. Todos ellos, meticulosamente enmarcados, pasaron a formar parte del “Museo Cavelliano”.
NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS ESPACIOS, NUEVAS IDENTIDADES
En la década de los 70, On Kawara, artista japonés radicado en Nueva York, comenzó a enviar telegramas a sus conocidos. Aunque las fechas y las horas en que los mismos eran enviados variaba, el texto era siempre el siguiente: “I am still alive” (Todavía sigo vivo).


El dispositivo telegrama, utilizado durante mucho tiempo como medio de transmitir todo tipo de noticias urgentes, entre ellas, despidos o muertes inesperadas, era utilizado de esta forma por On Kawara a modo de documentar el simple hecho de su existencia que se prolongaba en el tiempo.


La práctica de Kawara se extendió también hacia el dispositivo de las postales. Dado que el artista solía viajar constantemente, tomó el hábito de enviar, desde sus diferentes destinos, típicas postales turísticas con las siguientes palabras: “Today, I got up at....” (Hoy me levanté a las...) a las que se les agregaba un sello con el respectivo horario (9,30; 10,15; etcétera). Así, Kawara basa su obra, en forma similar a la que lo había hecho Duchamp con su Rendez-vous du dimanche, en la exclusividad de la deixis espacio-temporal, dato característico de los dispositivos que utiliza y que privilegia sobre cualquier otra posible información que pudiera ser incluida en una correspondencia.


Hacia finales de la misma década, encontramos otra obra completamente diferente, realizada por un artista también por completo diferente, caracterizada precisamente, no por determinar deixis espacio temporales sino por su planteo heterotópico. Se trata del “correo interplanetario” del artista belga Guy Bleus. En una época en la que la pregunta acerca de la posibilidad de vida en Marte estaba en boga, Bleus realiza una propuesta destinada a proveer a los habitantes de otros planetas de símbolos propios. Así mismo, diseñó una serie de carnets de identificación para seres extraterrestres, incursionando en temas no ajenos a la problemática de la inmigración, las visas y las nacionalidades.


También por esta época, E. F. Higgins III fundó el Dooda Post. Mediante la utilización de una xeroximpresora color y de una máquina de perforar, este artista creó una serie de estampillas que evocaban eventos o personas de su elección a partir de un diseño similar al de las tradicionales estampillas conmemorativas emitidas por el correo. Higgins organizó así mismo, en 1977, el "First New York Stamp Invite" (Primera Invitación de Estampillas de Nueva York), invitando a una serie de artistas a enviar obra en un tamaño predeterminado. Estas obras luego eran unidas, impresas sobre papel engomado y perforado, y vueltas a enviar a los artistas participantes. Así, cada uno de ellos terminaba por tener obras de todos los demás. Este modelo de evento fue adoptado en el circuito y se ha venido repitiendo desde entonces.
PUBLICACIONES, IGLESIAS ALTERNATIVAS Y CLUBES DE FANS


Otro de los soportes utilizados en forma habitual por los artistas correo fueron las publicaciones periódicas. Dentro de este grupo, existen una serie de subgrupos. Por las redes del arte postal circulan tanto publicaciones destinadas a fortalecer la comunidad de artistas y a informar sobre diferentes eventos y exposiciones, como publicaciones que se constituyen ellas mismas como obras de arte.


La artista Anna Banana viene editando desde comienzos de la década del 70 una serie de publicaciones destinadas a la promoción y la información sobre el arte correo. El Banana Rag, por ejemplo, es un newsletter que funcionó como uno de los primeros  forums y noticieros del medio del arte correo. Anna Banana también ha estado ligada a la edición de otras publicaciones como VILE (que comenzó a editarse en 1974, convirtiéndose rápidamente en un punto de encuentro para muchos artistas correo, publicando direcciones internacionales de instituciones y listas de contacto) o Artistamp News. (13)


Por otra parte, el artista Nam June Paik ha despachado regularmente obras por correo bajo el título The Monthly Review of the University for Avant-Garde Hinduism, remedando los extraños títulos de ciertas publicaciones de saberes ocultos.
Otra parodia a este último tipo de publicaciones es la famosa Church of the SubGenius (Iglesia del Subgenio), que se constituye también como caricatura de los innumerables cultos que operan en territorio norteamericano, así como de sus newsletters de propaganda en donde priman las revelaciones y las conspiraciones. Aunque creada verdaderamente en 1979 por Ivan Stan, un editor estadounidense, este aseguraba que la Iglesia del SubGenio  había sido creada en cambio en 1953 por el Reverendo J.R.”Bob” Doods (personaje inexistente tomado de un ícono de clipart de la década del 50 y alrededor del cual se creó una particular biografía que indicaba que, siendo él un simple vendedor, tuvo un día una visión de Dios cuando miraba en su casa una televisión que él mismo había construido. El primer panfleto de esta iglesia, SubGenius Pamphlet n1: The World Ends Tomorrow And You May Die! (SubGenio, Panfleto n 1: ¡El mundo termina mañana y puede que tu mueras!),fue publicado en 1980 y distribuido en los circuitos ligados a la música pop y la cultura underground dando popularidad a esta falsa iglesia.


Una característica de esta institución es que cualquiera puede convertirse en un Ministro de la misma mediante el pago de 30 u$s. Además, mediante el pago de determinada tarifa, uno puede conseguir la vida eterna (el slogan de esta iglesia reza: Salvación eterna o le devolvemos su dinero). Un aspecto importante de esta iglesia era, además, su casilla de correos (PO Box), en donde recibía no sólo inquietudes de sus adeptos sino también sus cheques.


Otro de los modelos cooptados y remedados por el arte correo fue el de los house organs de los clubs de fans. La fascinación paródica por estos clubes es heredada directamente del propio Ray Johnson, fundador del arte postal. Una de los principales actividades del New York Correspondance School, como vimos, eran las reuniones bajo el pretexto de fundar diferentes clubes de fans, entre ellos, el Club de Fans de Shelley Duvall, el Club de Fans de Barbara Rose, el Club de Fans de los ojos azules, el Club de Fans de Picasso.
IDEOGRAMAS POR CORREO Y CÉLULAS CEREBRALES


En Japón, encontramos dos casos paradigmáticos de artistas correo: el de Shozo Shimamoto, nacido en Osaka en 1928 y veterano artista perteneciente a Gutai, movimiento artístico japonés de posguerra y el de Ryosuke Cohen, nacido también en Osaka en 1948.


Shimamoto desarrolló su carrera como artista conceptual y performer e incursionó solo tangencialmente en el arte correo, enviando vía postal, por ejemplo imágenes de su cabeza calva intervenida de diferentes formas por otros artistas o una serie de ideogramas calados en cartón. Por su parte, Ryosuke Cohen, con una larga carrera como artista correo, ha venido desarrollando desde 1985 el proyecto conocido como Brain cells (Células cerebrales). Según él, el correo permite una comunicación punto a punto según el modelo A a B, B a C, etcétera. En cambio, el propone intercambios que implican la posibilidad de intervenir los envíos recibidos y reenviarlos de vuelta al destinatario, o de intervenir y reenviar las propuestas originarias de otros artistas a destinatarios nuevos, creando así itinerarios no lineales bastante más complejos, similares a los contactos que se generan entre las células cerebrales. De allí el nombre de este proyecto, cuyo concepto de red puede ser considerado un antecedente directo del arte por correo electrónico.


Estas obras de arte correo se asemejan, de alguna forma al procedimiento del cadáver exquisito. Los cadáveres exquisitos consistían en textos o imágenes que circulaban en hojas de papel plegadas entre diferentes escritores o artistas quienes, a su turno, agregaban algunas líneas más a la hoja sin tener acceso a las líneas trazadas anteriormente. El cadáver exquisito toma su nombre de la primera línea de texto surgida al poner en práctica por primera vez este juego entre los surrealistas: “ le cadavre - exquis - boira le vin nouveau” (el cadáver exquisito beberá del vino nuevo), grupo que practicó ampliamente esta técnica. Para ellos, lo más interesante de estas producciones era la certeza de que las mismas daban cuenta de aspectos que no podrían haber surgido de un único individuo. Al poseer un mayor grado de deriva, estos textos impedían la censura crítica y liberaban así la actividad metafórica del espíritu.


Estas obras de Cohen problematizan la idea moderna de propiedad intelectual, pero además de poner en cuestión la figura del autor, como todo texto colectivo posee igualmente la capacidad de poner en discusión el estatuto mismo de obra concluida: en tanto obra en proceso, el espíritu que los anima es el de la cita, la reescritura y la multiplicación infinita. (14)
SIMULACROS POSTALES


Así como el arte por correo electrónico se presta para una serie de encubrimientos, incluidos el sexo, la edad y la locación del enunciador, el arte correo ha recurrido reiteradas veces al simulacro postal. Enumero dos, al azar.


En 1971, Edgardo Antonio Vigo, uno de los pioneros del arte correo en Argentina, creó un personaje ficticio llamado Otto von Mach. Vigo le envió a este personaje cartas con direcciones inventadas (por ejemplo, una dirección que realmente existía en la ciudad de México, la enviaba a Perú, etcétera.) Todas las cartas enviadas le fueron devueltas, pero en cada sobre quedó registrado el itinerario realizado por la carta, su entrada y salida de los diferentes países, las fechas, los informes del cartero que rezan “Destinatario desconocido”, “Dirección inexistente”, etcétera.


En 2003, los artistas suizos Rita Bunting y Martin Kappenthuler realizaron en Buenos Aires la obra Saludos desde Buenos Aires. La misma consistió en la ubicación de una estafeta postal del Correo Suizo en Puerto Madero. Una serie de tarjetas postales con imágenes turísticas completamente estereotipadas de Suiza (el Matterhorn, los Alpes Suizos, los sopladores de cuernos, las cabañas parecidas a las de los relojes cucú, etc.) eran repartidas entre el público, quien podía escribir sus postales y enviarlas a sus conocidos como si las mismas estuvieran siendo enviadas desde Suiza.


Estas experiencias se unen a la factura de innumerables estampillas y matasellos apócrifos, muchos de ellos correspondientes a eventos o instituciones absurdas como, por ejemplo, el Día de la supresión de los derechos de los niños, Campaña pro aparcamiento en tercera fila, III Congreso de Obsesos sexuales,entre muchos otros.
CORTÁZAR, PATAS DE ARAÑAS Y SEÑORES MINISTROS


Un tópico recurre en las páginas de Historias de Cronopios y de Famas, del escritor argentino Julio Cortázar, es el del correo. El correo remite a la comunicación entre los miembros de una determinada sociedad, comunicación regulada por una instancia estatal que dictamina las normas de envío y recepción de los mensajes.


Allí se hace referencia a una serie de intervenciones en el funcionamiento normal de las oficinas públicas de correos: en Correos y Telecomunicaciones, la familia de la calle Humbolt consigue empleo en una sucursal de correos de la calle Serrano y se dedica a repartir globos y vasos de grapa entre los clientes, pinta con alquitrán y plumas las encomiendas y hace avioncitos de papel con los formularios de telegramas; en Pegue una estampilla en el ángulo superior derecho, un cronopio arma un escándalo en el correo "declarando que las imágenes en las estampillas oficiales eran repugnantes”.
En Maravillosas ocupaciones, el correo sirve para trasladar un mensaje tan poco ortodoxo como el de enviarle a un Señor Ministro una pata de araña. Cortázar enumera en este texto una serie de acciones poco convencionales que rompen la rutina cotidiana, como ir saltando por la calle, ir contando los árboles de la vereda, pararse en un pie y lanzar un grito. Esta serie de acciones, en principio nimias, al final cobran giros más serios al punto de que la carta enviada con la pata de araña terminará por producir la renuncia del “Señor Ministro" y la entrada de tropas enemigas al país.


Cortázar conocía a la perfección las tendencias artísticas que le eran contemporáneas.
Es interesante ver cómo se refiere a Nam June Paik. En un texto incluido en La vuelta al día en ochenta mundos:


 "En alguna parte he leído que Paik ha dejado instrucciones detalladas para que cualquiera pueda hacer teatro apenas se sienta bien dispuesto. Paik estima que la oposición más radical a esta podrida institución consiste en abolir la diferencia entre los actores y el público al punto de llegar a un teatro anónimo (…). Así, para dar un ejemplo embrionario, usted puede representar una pieza de teatro que consiste en tomar el metro en la estación Vaugirard y bajarse en la del Chatelet. No se trata de un viaje ordinario sino de un trabajo de actor que debe obedecer exactamente a las instrucciones de Paik (que son estas y nada más). De la misma manera, si usted lee Le Monde mientras se pasea bajo las arcadas de la rue de Rivoli, también habrá hecho teatro anónimo, siempre que su lectura y su paseo se ajusten a las instrucciones de Paik." (15)
Nuevamente, aparecen aquí las situaciones, lo cotidiano como materia artística, la posibilidad de que cualquiera pueda hacer arte, el anonimato del artista.
MENSAJES BIEN GUARDADOS


Se suelen considerar las primeras manifestaciones de arte correo en Argentina las realizadas por Liliana Porter y Luis Camnitzer.


En 1967, Porter envía por correo en una hoja de papel con un sello impreso que decía: “To be wrinkled and thrown away” (Para arrugar y tirar). En 1969, realiza una serie de postales que envía igualmente basadas en la temática de las sombras sin objeto.


El artista uruguayo Luis Camnitzer, por su parte, comienza por esa misma época a enviar sus “exposiciones por correo”. La primera de ellas consistió en una serie de etiquetas adhesivas con frases que describían situaciones visuales.


En 1969, Luis Camnitzer, Liliana Porter, Roberto Plate y José Guillermo Castillo, alquilaron una caja fuerte en un banco de la 5ta Avenida, en plena zona de galerías de arte de la ciudad de Nueva York. Cada uno de ellos realizó una obra compuesta de dos partes. La idea era que una de las partes quedara en la caja fuerte y la otra sería enviada por correo, reproducida en una tarjeta. Así, las obras se veían fragmentadas e incompletas. Las obras depositadas en la caja (y de hecho, nunca retiradas) fueron Missing Line, de Camnitzer, consistente en un texto con palabras en blanco; Autorretrato, obra que cosistía en las propias tarjetas de identificación de Castillo; Instrucciones para abrir la caja fuerte, de Plate y Documentación de un saludo, Eleanor Hubbard en Park Avenue y la calle 47 a las 4 de la tarde, de Porter, consistente en una foto de Eleanore Hubbard saludando a Porter.
LA ÚLTIMA EXPOSICIÓN DE ARTE CORREO


En 1975, Edgardo Vigo, uno de los precursores del arte correo en Argentina, y Horacio Zabala, organizaron la Última Exposición de Arte Correo en la galería Arte Nuevo de Buenos Aires. En realidad fue la primera. Lo que sucedía era que, dado que el arte correo permanecía acotado a los circuitos alternativos y del underground porteño, Vigo no estaba muy de acuerdo en hacer una exposición en una galería de arte. Sin embargo, Zabala lo convenció de la importancia de hacer circular la cantidad de información que pasaba por sus manos al estar ambos involucrados en las convocatorias internacionales de arte correo. (16) Vigo finalmente aceptó la propuesta con la condición de que fuera la primera y última muestra que él organizaba. Esta es la razón por la cual la muestra se llamó Última Exposición de Arte Correo.


En ella participaron 199 artistas de 24 países, entre ellos Juan Carlos Romero, Carlos Ginzburg, Graciela Gutierrez Marx, Victor Grippo, Liliana Porter, Alejandro Puente, Clemente Padin, Luis Camnitzer, Anna Banana, Ray Johnson, Bill Gaglione, On Kawara, Julian Blaine, Hervé Fischer, Pierre Restany y Guglielmo Achille Cavellini.
LA CÁRCEL DEL ARTE, SOBRES BOMBA Y MÁS DENUNCIAS


En 1976, Horacio Zabala le envió por correo a una lista de doscientas personas (poetas, críticos, artistas, fotógrafos, teóricos entre los que se contaban Julien Blaine, Bill Gaglione, Mario Perniola, Pierre Restany, Les Levine, Robert Filliou, Antoni Muntadas, Edgardo Vigo, Hervé Fischer, Luis Pazos, Carlos Ginsburg y Juan Carlos Romero), el siguiente texto:
Hoy el arte es una cárcel:
Estoy preparando un libro sobre este tema, si quisiera colaborar, por favor envíe su respuesta en esta página.
Gracias,
Horacio Zabala.
Con las respuestas recibidas por todos ellos (consistentes en toda clase de propuestas, la mayoría de ellas, directamente obras visuales o, en todo caso, obras mixtas armadas a partir de textos e imágenes, Zabala editó una publicación. En el prólogo de la misma, se refería al sistema del arte en términos foucaultianos: así como las sociedades disciplinarias habían creado grandes espacios de encierro (como las escuelas, los hospitales, las fábricas, las oficinas, las cárceles) a fin de repartir en el espacio y ordenar en el tiempo social, en un nuevo modelo de sociedad de control
muchos conceptos culturales se imponía en forma tan restrictiva y limitada como estas mismas instituciones. (17)


En 1973, Carlos Ginzburg, quien venía participando igualmente de estas experiencias, intentó en vano enviar por correo un sobre con un sello que decía SOBRE BOMBA en un espíritu teñido por las ideas del Segundo Manifiesto Surrealista, en donde André Breton escribía su polémica frase: "El acto surrealista más puro consiste en bajar a la calle revolver en mano y disparar al azar contra la multitud", haciendo referencia al "deseo de acabar de esta manera con el despreciable sistema de envilecimiento y cretinización imperante."


En América Latina, el arte correo surge como una actividad ligada a la resistencia contra la represión política y cultural que convulsionaba al continente, en las décadas del 60 y 70. La difusión y expansión de esta forma artística se relacionó directamente con la voluntad de denuncia de las situaciones de violencia que aquí se vivían a través de sobres, estampillas, sellos, cadenas de intercambio, etcétera. Muchos fueron los artistas que se volcaron a este medio. Edgardo Vigo, quien además de ser uno de los pioneros del arte correo argentino tuvo una destacada actividad como artista correo, produjo gran cantidad de este tipo de obras, realizando estampillas y postales con diferentes leyendas alusivas a la validación de los derechos humanos. El hijo del propio Vigo había sido víctima de la dictadura, convirtiéndose en otro de los tantos argentinos desaparecidos. Desde 1977 hasta 1983, Edgardo Vigo comenzó a realizar una serie de trabajos en conjunto con la artista Graciela Gutiérrez Marx, obras que incluso firmaban en forma colectiva. Juntos concibieron una serie de señalamientos, ediciones marginales, poesías visuales, gráficas alternativas, xilografías, declaraciones y plataformas poético-políticas que eran sistemáticamente enviadas a diferentes partes del mundo vía postal.
CONVOCATORIAS, EDICIONES Y CAJAS DE ARTISTA


Una actividad que ha estado frecuentemente ligada al arte correo ha sido el diseño de múltiples, una suerte de edición de obras colectivas realizadas por diferentes artistas en colaboración.


Edgardo Antonio Vigo editó Diagonal Cero, publicación que se fue volcando con el tiempo hacia el ámbito de la poesía visual. Otra de sus publicaciones fue Hexágono. El mecanismo de esta última era el siguiente: Vigo requería por correo a 100 artistas, 100 obras múltiples. Al recibirlas, también por correo, armaba 100 juegos con una obra de cada uno de ellos. Esta edición, bajo el título de Hexágono, volvía a ser reenviada por Vigo, nuevamente por correo, a cada uno de los artistas participantes.


Vigo compiló en este mismo espíritu los álbumes Nuestro Libro Internacional de Estampillas y Matasellos y El Libro Internacional de Estampillas y Matasellos con obras originales de artistas de todo el mundo.


Graciela Gutiérrez Marx, por su parte, editaba el periódico Hoja Hoje Hoy. La artista visual Hilda Paz, también activa participante de los circuitos de arte correo, lo coordinaba junto con ella. Este periódico gráfico, editado entre los años 1985 y 1986 en una imprenta de Berazategui, se armaba a partir de diferentes textos breves enviados por diferentes artistas. Consistía en una hoja en formato tabloide que se plegaba en cuatro y se enviaba por correo como impreso. Debido a que muchos ejemplares de Hoja Hoje Hoy directamente no llegaban a su destino por la vía postal, el periódico terminó por ser distribuido de mano en mano.


Juan Carlos Romero, quien ha desarrollado una larga trayectoria ligada a la gráfica, el grabado, los libros de artista y la edición de revistas de poesía visual (por ejemplo, Dos de oro o La Tzara), ha venido participando, también desde la época de los 70, en diferentes convocatorias de arte correo y ha realizado una serie de sellos y postales que hoy aparecen en catálogos internacionales.


También cabría mencionar los trabajos de una serie de artistas como Luis Pazos, quien proviene del ámbito de la poesía visual, la poesía fonética y la poesía performática (hoy participante del grupo Escombros), Osvaldo Jalil, Jorge Garnica y Claudia del Río entre otros.
VÓRTICE


En 1996, el artista argentino Fernando García Delgado comenzó el proyecto participativo Vórtice Argentina a partir de la publicación de arte correo Vórtice. Este proyecto adoptó diversas disciplinas y formatos (sellos, tarjetas postales, publicaciones periódicas, libros de artista, objetos, obras gráficas, performances) y realizó una serie de convocatorias a nivel internacional. Creando una red de artistas vinculados con estas actividades, Vórtice Argentina fue armando su extenso archivo, que hoy posee 7.000 obras de 1.800 artistas de 43 países. Algunos de los artistas argentinos cuyas obras pertenecen a este archivo son Edgardo Vigo, León Ferrari, Hilda Paz, Juan Carlos Romero, Osvaldo Jalil, Claudia Del Río y Fernando Fazzolari.


En abril de 1998, García Delgado inauguró en el domicilio particular la “Barraca Vorticista”, lugar dedicado a la realización y exposición de proyectos de artistas vinculados al arte correo, la poesía visual y los libros de artista.


El sitio de Vórtice (www.vorticeargentina.com.ar) documenta la historia del proyecto y proporciona una lista de las exposiciones realizadas en estos años, una biblioteca virtual con escritos, cartas y ensayos y un directorio de artistas argentinos y enlaces a sitios internacionales vinculados a estas actividades.


Otro de los proyectos generado por Vórtice Argentina fue la determinación, en 1999, de una fecha para conmemorar el “Día del Arte Correo” en la Argentina, estableciéndose para ello el 5 de diciembre, fecha en que se había realizado, en 1975, la primera muestra de estas características en el país. Anualmente, se realiza en esta fecha una exposición internacional de arte correo. Como parte de este mismo proyecto, Vórtice invita cada año a 36 artistas argentinos a elaborar una estampilla. Las mismas son, a su vez, selladas con el matasello conmemorativo que emite la Gerencia de Sellos Postales y Filatelia del Correo Argentino.

NOTAS :
(1) Hervé Fischer realizó una serie de proyectos de arte público y de arte en medios masivos. Además, escribió varios libros, entre ellos, Théorie de l´art sociologique (Teoría del arte sociológico), Paris, Casterman, 1976.
(2) Según la fórmula "please add and return to R. J." fue aplicada por Ray Johnson. La idea era la generación de un efecto boomerang en las vías postales.
(3) Jean Marc Poinsot, op.cit
(4) El contenido verbal de muchas de las obras de arte correo transparentan un espíritu afín al conceptualismo.
(5)- Jean Baudrillard, Pour une critique de l'économie du signe, op.cit. La frase juega con términos tomados del campo psicoanalítico. Básicamente, se trataba de la vieja idea según la cual, unos pocos pretenden controlar a unos muchos (en este caso, a las masas).
(6) Marita Sturken, op.cit.
(7) Simón Marchand Fiz, op.cit.
(8) Guy Debord, "Informe sobre la construcción de situaciones y sobre las condiciones de la organización y la acción de la tendencia situacionista internacional", op.cit.
(9) Recordemos su obra Wanted: $2000 Reward, del año 1923. La misma estaba diagramada en forma similar a un afiche de recompensa por la captura de un supuesto delincuente y su texto decía: “Por cualquier información que conduzca al arresto de George W. Welch, alias Bull, alias Pickens, etcéteras, etcétera...... conocido también bajo el nombre de Rrose Sélavy”. También cabría mencionar, en relación tanto al arte correo como a la temática de la identidad, la carta que el propio Duchamp envió a su hermana Suzanne, autorizándola a escribir la firma de él en una de sus obras (un ready-made).
(10) Este tipo de propuesta aparecerá luego reiteradas veces en el arte por correo electrónico (en postales enviadas en forma serial o sistemática según diferentes criterios) o, más cercanos en el tiempo, en ciertos blogs basados en el mismo principio.
(11) Famosa escuela experimental de arte por la que pasaron algunos de los profesores más brillantes de la época como Joseph Albers, Walter Gropius, Willhelm de Kooning, Robert Motherwell o John Cage.
(12) Ray Johnson había realizado su obra “Cómo dibujar los conejos de Ray Johnson paso por paso”, como una parodia de los avisos publicitarios de las escuelas de estudios por correspondencia.
(13) La revista VILE deriva su nombre de la palabra FILE, a su vez anagrama de la revista LIFE y con un logo similar a esta última. Al proyecto, concebido por Anna Banana, se sumó, entre 1976 y 1979, el artista Bill Gaglione.
(14) La idea de las obras colectivas fue utilizada ampliamente por los surrealistas. Incluso textos surrealistas como Les Champs magnetiques (Breton, Soupault), Ralentir travaux (Breton, Char y Eluard) ol'Immaculée Conception (Breton y Eluard)fueron igualmente concebidosy firmados colectivamente.
(15) Julio Cortázar, “What happens Minerva?" , op.cit.
 (16) Horacio Zabala suele remarcar que, cuando él y Vigo organizaron la Última Exposición de Arte Correo, las exhibiciones de este tipo ya proliferaban en museos y galerías. La primera había sido organizada en 1970, en el Whitney Museum of American Art de Nueva York, por los artistas Marcia Tucker y Ray Johnson. Por su parte, en 1971, el crítico de arte Jean-Marc Poinsot había organizado una sección dedicada al arte correo en la VII Bienal de Paris.
(17) Horacio Zabala, Today, art is a prision, op.cit. (con textos de Zabala e introducción de Mario Perniola.)

BIBLIOGRAFIA;
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Julio Cortázar, La vuelta al día en ochenta mundos, México, Siglo XXI editores, 1968
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Guy Debord, "Informe sobre la construcción de situaciones y sobre las condiciones de la organización y la acción de la tendencia situacionista internacional", Documento Fundacional, 1957, www.sindominio.net (2003)
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